De 437.145 habitantes que viven en Sololá, el 51.46% mujeres y el 48.54% son hombres. Según datos recabados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la población económicamente activa se divide en 78.23% (13,660) hombres y 21.77% (17461) mujeres. Quienes están en su mayoría, se concentran en la producción artesanal, la cual es la tercera actividad económica más importante del municipio de Sololá, después de la agricultura y el comercio.¹
En relación con los territorios donde se localizaron emprendimientos, mediante una investigación académica, la población económicamente activa la conforman 82,935 personas a nivel departamental, de las cuales el 24% pertenece al territorio del Altiplano y el 76% a la Cuenca del Lago.
Las actividades agropecuarias ocupan al 52.3% de personas de la PEA y el comercio -que incluye el turismo- se presenta como la actividad que emplea a más personas (15.2%) después de la agrícultura.²
Fuente: Gráfico elaboración propia con datos del Informe de Medio Término del Examen Periódico Universal, EPU, 2020.
“El sistema patriarcal y racista limita el ejercicio de los derechos de las mujeres ubicándolas en condición de subordinación ante los hombres, lo cual se manifiesta en los puestos de poder y de toma de decisión, así como en las prácticas y actitudes de sus parejas, esposos y padres, que condicionan las oportunidades y los derechos de las mujeres al trabajo, a la recreación, a la participación en espacio públicos, y es a la vez una de las causas y consecuencias de la baja autoestima, la inseguridad y la desconfianza que experimentan las mujeres”.³
Además, se plantea que los emprendimientos, es una de las formas en las que las mujeres de Sololá se insertan a la economía y contribuyen al sostenimiento de sus hogares y con ello a la dinámica económica del territorio4. Esto pudiese ser una respuesta a la falta de acceso al trabajo formal para las mujeres, pero además una actividad compatible con las tareas domésticas y de cuidado, socialmente asignadas a las mujeres.
Dentro de las características económicas, también debe destacarse en el entorno, el poco valor y reconocimiento que se otorga al trabajo doméstico que desempeñan las mujeres en los hogares, que no es remunerado y por el cual no reciben ingresos. Igualmente, no se visibilizan los emprendimientos femeninos como elemento para el desarrollo local y como condición para erradicar el desempleo5, como un alternativa que puede mejorar la calidad de vida de integrantes del núcleo familiar y de la sociedad.
De igual manera, se destaca que en Sololá se enfrenta la falta de programas que faciliten el acceso al crédito y financiamiento para el desarrollo de microempresas; falta de reconocimiento de marcas y sellos de origen para el respaldo de productos originarios; dificultad en los trámites para la obtención de patentes de comercio; escaso control de calidad de productos para la competitividad; competencia desleal; y falta de acceso sostenido y permanente a mercados, especialmente a mujeres.6